A estas alturas de la película ya lo hemos visto todo en publicidad. Poco nos sorprende, poco nos llama la atención. Estamos saturados de información y sobre todo de constantes interrupciones.
Es aquí donde entra el Branded Content. Quizás últimamente hayas oído hablar mucho por ahí del tema. Pero la verdad es que no es algo tan novedoso como pensamos. Ya en 1929 la Cámara de Productores de Espinacas de EE.UU utilizó esta estrategia para promocionar las espinacas como alimento entre los niños. Para ello creó al mítico personaje Popeye:
El Branded Content busca entretener y generar experiencias que por sí mismas aporten un valor añadido al usuario. Eso lo sabe muy bien Red Bull. La conocida marca de bebida energética es el rey en este campo, creando todo tipo de experiencias y consiguiendo millones de seguidores y fans de su marca. El salto estratosférico de Felix Baumgartner es un buen ejemplo de ello, visto por más de 33 millones de personas:
Generar contenidos de interés no es fácil y por eso es importante una buena estrategia. Ya no se trata de incluir publicidad en un formato audiovisual, sino de que el formato en sí mismo sirva para mostrar la marca. Es el caso de Cornetto, que de la mano de Mofilm y Ridley Scott Associates, ha creado una serie de cortos online para adolescentes llamada Cupidity. Con esta acción, la conocida marca de helados, pretende acercarse a un público más joven diluyendo la frontera entre publicidad y entretenimiento:
Otro caso curioso es el de un conocido bar de Barcelona, el Bar Mut, que decidido a desmarcarse de la típica web (quién soy, qué hago, dónde estoy) ha hecho un corto en el que se muestra el local a través de diferentes historias de clientes. De hecho, si entráis en su web, lo único que hay colgado es este genial corto, dirigido por Ramses y Christian Molina y producido por Albiñana Films:
¡Veremos qué próximas experiencias e historias nos tienen preparadas las marcas!